Todas queremos un abdomen de acero, o bueno... bajar la pancita, aunque a veces creemos que es muy complicado, pero con un poco de esfuerzo y trabajo, esa meta se puede alcanzar.

 

La zona del abdomen es una de las más conflictivas porque es en donde se tiende a acumular grasa más fácilmente. Si no te alimentas sano y dejas a un lado la comida chatarra, jamás podrás marcar esta área. 

 

Te recomendamos que en definitivo para cualquier área de tu cuerpo que quieras fortalecer, primero bajes un poco de peso; no necesitas una dieta especial, come bien y notarás la diferencia. 

 

Cuando empieces tu rutina sigue comiendo igual de sano, pero mucho más. Recuerda que estarás ejercitándote y necesitarás energía para hacerlo.

 

A continuación te damos algunos ejercicios que te servirán para empezar tu rutina de abdomen:

 

 

Aunque se llame así, en realidad no necesitas una. Recuéstate en el piso, coloca tus manos en tu cabeza y sube las piernas en un ángulo de 45º. Después haz con una pierna el movimiento que harías como si estuvieras una bici y toca con el codo opuesto esa pierna. Repite lo mismo con la otra. Haz de 2 a 3 sets de 12 a 16 repeticiones cada uno.

 

 

Ejercicios verticales 

 

Sube las piernas en un ángulo de 90º con las piernas entrecruzadas. Puedes mantener los brazos a nivel de piso para tener más soporte. Después eleva tus hombros y acércalos lo más que puedas a tus piernas. Haz sets de 12 repeticiones las veces que quieras.

 

 

A la mayoría les da una flojera espantosa, pero el típico ejercicio abdominal es muy bueno. Acostada completamente, flexiona tus piernas y levanta tu tórax hacia ellas. Puedes estirar tus brazos para agarrar impulsos o pegarlos a tu cuerpo (esta opción es un poco más difícil). Haz tres series de 15 repeticiones, si puedes cuatro mucho mejor.